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La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, condenó el asesinato del alcalde de Uruapan, Carlos Manzo, ocurrido durante un acto público el fin de semana en Michoacán. Sheinbaum calificó el homicidio como “cobarde” y “vil” y anunció que no habrá impunidad, ya que su gobierno pondrá toda la fuerza del Estado en la justicia para castigar tanto a los autores materiales como a quienes ordenaron el ataque. Asimismo, la mandataria repudió las políticas de seguridad implementadas durante los gobiernos de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto, tildándolas como fracasos que contribuyeron a la violencia en Michoacán. Destacó que la única manera de construir paz y seguridad es a través de la justicia social y un sistema judicial efectivo, que garantice cero impunidad.

En sus declaraciones, Sheinbaum recordó que la «guerra contra el narcotráfico» declarada en Michoacán durante el sexenio de Calderón fue una estrategia fallida que exacerbó la violencia, y reafirmó que su administración apuesta por una estrategia integral basada en la atención de las causas estructurales del delito, la inteligencia y la judicialización de los delitos. La presidenta también expresó sus condolencias a la familia del alcalde y al pueblo de Uruapan ante esta irreparable pérdida, y anunció que convocó a su gabinete de seguridad para reforzar la estrategia y garantizar justicia.

Carlos Manzo fue el séptimo alcalde asesinado en México en lo que va del año y el tercero en Michoacán, un estado marcado por la violencia relacionada con los cárteles del narcotráfico. El ataque ocurrió en un evento público durante la celebración del Día de Muertos, y aunque Manzo contaba con protección federal, eso no impidió su asesinato. Dos presuntos agresores fueron detenidos y otro abatido, y las autoridades continúan con las investigaciones. El gobernador de Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla, también condenó el homicidio y ordenó investigaciones inmediatas

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