Integrantes del Frente Nacional para el Rescate del Campo Mexicano retiraron este sábado los últimos vehículos que permanecían en la frontera norte en forma de guardia, luego de que anoche se firmó un acuerdo de modificaciones a la Ley General de Aguas con el coordinador de los diputados de Morena, Ricardo Monreal. La decisión implica el levantamiento de los campamentos y bloqueos en los cruces fronterizos, utilizados por los productores como medida de presión para frenar una reforma que consideran lesiva para el campo.

Contexto del conflicto

El Frente Nacional para el Rescate del Campo Mexicano agrupa a productores agrícolas de distintas entidades que desde meses atrás han denunciado una crisis en el sector, asociada a bajos precios de garantía, falta de apoyos y reglas de operación que, a su juicio, dejan en desventaja a los agricultores frente a intermediarios y grandes empresas. En ese marco, la discusión de una nueva Ley General de Aguas encendió las alertas del Frente, que exigió participar en su redacción para garantizar el acceso al agua de riego sin nuevas penalizaciones ni recortes de concesiones.

La disputa por la Ley de Aguas

Los campesinos reclamaban que la iniciativa original de reforma en materia de aguas no recogía sus planteamientos centrales, como certidumbre en los volúmenes de riego para actividades agrícolas y mecanismos que impidieran que la regulación golpeara de forma desproporcionada a pequeños y medianos productores. Ante ello instalaron bloqueos en carreteras, casetas y cruces internacionales, además de plantones en puentes fronterizos, para obligar al Congreso y al gobierno federal a abrir una negociación de alto nivel.

El acuerdo con Morena y efectos inmediatos

Tras una jornada de negociaciones, el Frente acordó con el coordinador de los diputados de Morena, Ricardo Monreal, la inclusión de modificaciones a la Ley General de Aguas, lo que destrabó momentáneamente el conflicto político y permitió el retiro de las guardias en la frontera norte. Aunque los vehículos y bloqueos fueron levantados, los dirigentes campesinos han advertido que se mantendrán vigilantes del proceso legislativo y no descartan nuevas movilizaciones si los cambios pactados no se reflejan en el dictamen final.

Foto en El Paso, TX de Ulises Castellanos / ZZ