La contradicción de “La resistencia” desde el poder en la alcaldía Cuauhtémoc. El reciente intento de la alcaldesa, Alessandra Rojo de la Vega, por encabezar un movimiento bajo el lema de “La resistencia” terminó evidenciando una profunda contradicción y un fracaso de convocatoria: apenas 1,500 personas acudieron al parque México de la Condesa, mientras la funcionaria llegó con tres horas de retraso y pronunció un discurso vacío de contenido. Este episodio revela más que un simple tropiezo logístico; desnuda el ego político de una alcaldesa cuyo protagonismo parece priorizarse sobre los problemas reales de su demarcación.
El domingo pasado mi pareja y yo, fuimos por unos churros al local de “El Moro” de la Condesa, colonia vecina a la nuestra y coincidimos en el espacio y lugar de esa convocatoria de redes sociales promovida por Alessandra Rojo, yo cargaba mi dron y decidimos quedarnos por curiosidad a ver quién llegaba por ahí.
Alessandra Rojo de la Vega, conocida por su trayectoria marcada por la búsqueda constante de visibilidad, parece más preocupada por construir un relato épico alrededor de su imagen que por atender las demandas apremiantes de Cuauhtémoc. Su alcaldía enfrenta retos graves: inseguridad creciente, carencias en servicios urbanos, problemas de movilidad y conflictos sociales que requieren de un liderazgo eficaz y comprometido, no de discursos simbólicos.
Es crucial recordar que el concepto de “resistencia” tiene raíces firmes en movimientos sociales internacionales que se levantaron contra regímenes autoritarios y estructuras de poder opresoras, siempre desde la sociedad civil y nunca desde los aparatos gubernamentales. Desde la resistencia francesa contra los nazis, pasando por la antifranquista en España hasta las luchas por la democracia en América Latina, la esencia de la resistencia es desafiar al poder establecido, no ejercerlo ni simularlo desde él.
Por ello, que la alcaldesa se asuma como cabeza de “La resistencia” desde el poder, revela una desconexión profunda con el significado auténtico del término y con la realidad social que debe gobernar. La verdadera resistencia nace de la demanda ciudadana y la indignación legítima, no del ego político ni de actos simbólicos que no trascienden en soluciones reales. Que una funcionaria pública busque apropiarse de ese concepto para un acto convocado desde el aparato gubernamental revela un desplazamiento del significado genuino del término y evidencia desconexión con las demandas reales de sus gobernados. Ese ego político y la búsqueda de protagonismo se estrellan contra la cruda realidad: la alcaldía de Cuauhtémoc necesita liderazgo con resultados tangibles y compromiso auténtico, no símbolos huecos ni discursos de foto.
Subí mi dron a las 12:35 hrs -cuando casi no había nadie- luego alrededor de la una de la tarde cuando empezaron a llegar los camiones con gente del Edomex y otros a pie o en motos que se identificaban como “vendedores ambulantes” de la misma demarcación, y que sólo fueron a pasar lista. En ese momento es cuando más gente había incluso bajo el sol, -por ahí vimos a “Juanito” y a Xóchitl Gálvez, derrochando entusiasmo- volví a subir el dron alrededor de las 14:14 hrs que fue cuando por fin apareció por ahí la alcaldesa, -de esa serie, es la foto que aquí les presento y que circuló ampliamente por redes socialestodo el día- la gente estaba harta del calor y de esperar. Mientras, silenciosamente, se marchaban del sitio cuando ella hablaba. ¿Quién la asesora? ¿A quién le pareció una idea genial hacer ese show? ¿Aceptará críticas o consejos? Me cuentan que no.
En la Cuauhtémoc, lo que se necesita es liderazgo responsable, no retórica vacía.
Por cierto, un dato curioso: aunque yo le calculé unas 1,500 personas concentradas en el parque en esta imagen, le consulté a la IA, cómo cuántas personas contabilizaba al compartirle mi foto. La inteligencia artificial me respondió: “La imagen muestra una concentración numerosa de personas reunidas en un espacio abierto, vista completamente desde arriba. Con base en la densidad y el área ocupada por las personas, se puede estimar de manera rápida pero razonable que hay aproximadamente entre 700 y 1,200 personas reunidas en el centro del círculo principal, tomando en cuenta también los grupos dispersos en la periferia.”
Los criterios de estimación fueron los siguientes “el círculo central más denso parece albergar a unas 600–900 personas, asumiendo una ocupación promedio de 2-3 personas por metro cuadrado y calculando el área circular principal. Alrededor del círculo, los grupos dispersos podrían sumar entre 100 y 300 personas adicionales. La distribución de sombrillas y la forma de las sombras permite visualizar la densidad relativa y evitar duplicar el conteo por agrupamientos visuales”.
Alessandra ganó esa demarcación en 2024, con 156,449 votos; esta imagen, apenas representa el 1% aproximado de su base electoral.
Imagen de Drone de Ulises Castellanos / ZZN