La depreciación de los automóviles eléctricos está generando preocupación en el mercado, ya que se ha observado que estos vehículos pierden valor a un ritmo más acelerado que los automóviles de combustión. Según Edgar Aragón, director de mercadotecnia de BitCar y TIP México, la depreciación anual de los autos eléctricos oscila entre 18% y 25%, mientras que los vehículos con motor de combustión enfrentan una depreciación anual promedio del 15%.
Un estudio realizado por ISeeCars revela que la depreciación promedio de los coches eléctricos puede alcanzar hasta un 31.8% anualmente, en comparación con solo un 3.6% para los coches de combustión12.
Este fenómeno se atribuye a varios factores, incluyendo la rápida evolución tecnológica de los componentes eléctricos y la agresiva estrategia de precios adoptada por fabricantes como Tesla, que ha impactado negativamente en el valor residual de sus vehículos16.
Además, el análisis indica que Tesla lidera el mercado en términos de depreciación, con sus modelos perdiendo más del 28% de su valor en un año, lo que es significativamente mayor que las marcas históricamente reconocidas por su fuerte depreciación1. Esta tendencia sugiere que los compradores deben considerar cuidadosamente la inversión en vehículos eléctricos, dado el impacto potencial en su valor a largo plazo.
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