El Administrador de la NASA, Sean Duffy, anunció planes para establecer una «aldea» permanente en la Luna dentro de diez años, marcando una significativa expansión de las ambiciones lunares de Estados Unidos y señalando una competencia intensificada con China en la exploración espacial.
Hablando en el Congreso Astronáutico Internacional en Sídney el 28 de septiembre, Duffy dijo a los delegados de las principales agencias espaciales del mundo que Estados Unidos logrará «vida humana sostenida en la Luna» en el plazo de una década. «No solo un puesto avanzado, sino una aldea», enfatizó, describiendo un asentamiento lunar propulsado por energía nuclear que representaría el emprendimiento espacial más ambicioso de Estados Unidos desde el programa Apolo.
La energía nuclear es central en la estrategia lunar
El plan de la aldea lunar se centra en desplegar un reactor de fisión nuclear en la Luna para 2030, una iniciativa que Duffy aceleró en agosto de 2025. El reactor generaría al menos 100 kilovatios de electricidad—suficiente para alimentar aproximadamente a 70-80 hogares—proporcionando energía continua durante las noches lunares de dos semanas, cuando la energía solar no está disponible.
«Estamos en una carrera hacia la Luna, específicamente contra China», declaró Duffy durante una sesión informativa en agosto, destacando las implicaciones geopolíticas. «Para establecer una base lunar, la energía es esencial.» El programa del reactor nuclear ha recibido cientos de millones en financiación, y la NASA está buscando propuestas de socios comerciales para entregar la tecnología dentro del calendario acelerado.
China y Rusia han anunciado planes similares para una instalación automática de energía nuclear en la Luna para 2035, lo que genera preocupaciones sobre posibles zonas de exclusión que podrían restringir las actividades estadounidenses. China ha adelantado su propio objetivo de alunizaje tripulado a 2030, antes de su cronograma original de 2035.
Desafíos Técnicos y Financieros
El ambicioso cronograma enfrenta obstáculos significativos. La misión Artemisa III de la NASA, planeada como el primer alunizaje tripulado desde 1972, ya se ha pospuesto a mediados de 2027 debido a retrasos con el módulo lunar Starship de SpaceX. El Panel Consultivo de Seguridad de la NASA advierte que Starship podría estar «años atrasado» para las misiones lunares, lo que podría retrasar aún más los plazos.
Las restricciones presupuestarias añaden otra complicación. El presupuesto propuesto por el presidente Trump para 2026 incluye un recorte del 24% a la financiación de la NASA, de $24.8 mil millones a $18.8 mil millones, aunque el Congreso se ha resistido a estas reducciones. Los recortes propuestos eliminarían el cohete Space Launch System y la nave espacial Orión después de Artemisa III, obligando a depender de alternativas comerciales no comprobadas.
A pesar de estos desafíos, Duffy expresó confianza en lograr el objetivo de la aldea lunar. «Vamos a tener vida humana sostenida en la Luna», predijo, y añadió que la NASA también estaría «a punto de poner huellas humanas en Marte» dentro del mismo plazo. La estación espacial Gateway lunar, ahora programada para lanzarse no antes de 2027, serviría como punto de partida para las operaciones lunares ampliadas.