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Palabras del embajador Edmundo Font, en la inauguración de la muestra del maestro Ulises Castellanos, en Kuala Lumpur, Malasia

Bienvenido por segunda ocasión, maestro

Ulises Castellanos, a este espacio cultural que abrí al llegar a la embajada para dar voz en imágenes a nuestro arte. Y le doy la bienvenida dos veces, porque ya en diciembre del año pasado usted estuvo aquí, a través de un contacto virtual, exponiendo la labor de sus numerosos alumnos alrededor del mundo.

Y la magia que representa ese recurso informático con el que vino sin estar, ayer se me reveló mucho más. Tuve la ocasión de escuchar su magnífica conferencia, en la que puso los puntos sobre las íes de la labor del fotoperiodismo y de los temas más acuciantes de la manipulación de la redes sociales y de la inteligencia artificial.

Ulises castellanos es ante todo un navegante. En su nombre lleva a su destino. Sé que ha andado por el mundo en busca de su ítaca y su Penélope, tal vez. Sé también, por biografía profesional, de 40 años de actividad, que surcado mares tempestuosos y se ha deparado con muchos gigantes tortuosos Polifemos.

Ha encarado al monstruo de la guerra, al demonio de los terremotos, a las tragedias e infamias de la historia sudamericana, como la que registró cuando viajó en busca de las huellas finales del Che Guevara en Bolivia.

Los mexicanos guardamos memoria de la historia pasada y de la de nuestros días. Conocemos bien el dolor fratricida de una revolución, que, como la nuestra, enfrentó la tiranía de Porfirio Díaz y salió vencedora con figuras de la talla del Centauro del Norte. De allí que la mirada de Ulises Castellanos manifieste la sensibilidad de un hombre que denuncia abusos e iniusticias.

Como el héroe panhelénico Odiseo, el maestro Ulises Castellanos ES nadie -ojo, no dije no es nadie, no nos confundamos; Ulises Castellanos anda por el mundo respondiendo OUTIS, que en griego significa NADIE porque detrás del lente está un testigo de su tiempo que respeta los hechos, no se deja atrapar por el cíclope monstruoso del sensacionalismo, y deja a nuestro juicio, como en esta estupenda exposición, la interpretación de la realidad con toda su contundencia.

Yo suelo llamarle selffés a lo que llaman selfie, pero en el arte de nuestro maestro hay una suerte de selfie que se toma la propia realidad; él tira la piedra del obturador y no esconde la mano de la rigurosa información.

Muchas Gracias. 

Edmundo Font

Embajador de México en Malasia 🇲🇾 

Junio, 2023

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