Tras la muerte del papa Francisco, la Iglesia Católica entra en un periodo llamado sede vacante, durante el cual el trono de San Pedro queda sin ocupar hasta la elección de un nuevo pontífice. Durante esta etapa, el gobierno de la Iglesia queda en manos del Colegio de Cardenales, pero solo para tareas administrativas y de transición; no se pueden tomar decisiones doctrinales ni reformas estructurales hasta que haya un nuevo Papa.

Cambios y expectativas tras la muerte de Francisco

• Pausa en reformas y decisiones importantes: No se implementarán nuevas reformas ni cambios doctrinales durante la sede vacante, lo que implica una pausa en las iniciativas progresistas que caracterizaron el pontificado de Francisco.
• Elección de un nuevo Papa: Se convocará un cónclave en la Capilla Sixtina, donde más de 120 cardenales electores votarán al sucesor. La elección debe comenzar entre 15 y 20 días después del fallecimiento. El perfil del nuevo Papa es objeto de especulación, pero se espera que combine fidelidad doctrinal, capacidad de gobierno y un enfoque pastoral ante los desafíos actuales.
• Continuidad o cambio en la orientación de la Iglesia: Dependiendo del nuevo Papa, podría haber continuidad con la visión global y reformista de Francisco, o un giro hacia posiciones más conservadoras, especialmente en temas como la colegialidad, la ordenación femenina o la doctrina sexual, que generaron tensiones durante su pontificado.
• Desafíos pendientes: La Iglesia seguirá enfrentando retos como la secularización, divisiones internas, el papel de la mujer en la Iglesia y escándalos financieros, sin avances significativos hasta la elección del nuevo líder.
• Rituales y luto: Se celebrará un funeral solemne en la Basílica de San Pedro, seguido de nueve días de luto oficial con misas y vigilias que permitirán a la Iglesia y a los fieles reflexionar y orar por el Papa fallecido.

En resumen, tras la muerte del papa Francisco, la Iglesia Católica vivirá un periodo de transición sin reformas hasta la elección de un nuevo Papa, momento en que se definirá si se mantiene o modifica la orientación reformista y pastoral que caracterizó su pontificado.