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Miles de personas viajan cada año al sur de Florida para someterse a una de las cirugías más populares del momento: el Brazilian Butt Lift (BBL), un procedimiento que consiste en extraer grasa de distintas zonas del cuerpo mediante liposucción y reinyectarla en los glúteos.

Según las últimas estadísticas médicas, de las casi 30 mil cirugías de aumento de glúteos realizadas en Estados Unidos durante el año pasado, la mitad se efectuaron en la región sureste, con Miami como punto neurálgico. La ciudad, sede de cientos de cirujanos plásticos y decenas de clínicas especializadas, ha convertido al BBL en la joya de la corona de la industria cosmética norteamericana.

En redes sociales proliferan videos, testimonios y guías sobre el procedimiento, consolidando a Miami como destino estético mundial. Las pacientes —en su mayoría mujeres de entre 20 y 45 años— buscan resultados inmediatos y precios más competitivos que en otras zonas del país. Pero el auge también plantea riesgos: especialistas advierten sobre la necesidad de recurrir a cirujanos certificados y clínicas con licencia ante el aumento de casos de mala praxis y complicaciones.

El fenómeno guarda paralelismos con el crecimiento del turismo estético en América Latina, donde destinos como Guadalajara, Ciudad de México o Cancún también han capitalizado la demanda internacional de cirugías plásticas a menor costo.

Foto de Jonathan Borba en Unsplash

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