La empresa de tecnología publicitaria digital OpenX presentó el lunes una demanda antimonopolio de 87 páginas contra Google, buscando «cientos de millones» en daños tras una decisión de un tribunal federal que encontró que Google monopolizó ilegalmente los mercados de publicidad digital. La demanda, presentada en el Tribunal de Distrito de EE.UU. para el Distrito Este de Virginia, representa la primera acción importante de daños privados por parte de una empresa de tecnología publicitaria desde la decisión histórica de abril de la jueza Leonie Brinkema contra Google.
El Proyecto Poirot de Google Tuvo Como Objetivo a OpenX
OpenX alega que Google destruyó sistemáticamente su negocio a través de lo que los documentos judiciales revelan como «Project Poirot,» un programa secreto lanzado en 2017 que redujo las ofertas de anunciantes a intercambios competidores hasta en un 90%. Según la demanda, el programa se dirigió específicamente a OpenX, causando una disminución del 30% interanual en el gasto publicitario y forzando a la empresa a despedir aproximadamente 100 empleados. OpenX finalmente se vio obligada a cerrar completamente su negocio de servidor de anuncios en 2019 debido a la conducta anticompetitiva de Google.
«La conducta de Google ha sofocado la innovación, dañado la competencia, disminuido la calidad del producto y causado daños significativos a OpenX,» declaró la empresa en su demanda. La queja detalla cómo la estrategia de «tres pilares» de Google tras su adquisición de DoubleClick en 2008 creó lo que los documentos internos reconocieron como un conflicto de intereses, con un empleado comparándolo a «si Goldman o Citibank poseyeran el NYSE».
Buscando Daños Triplicados
La demanda de 88 páginas busca daños triplicados bajo la ley antimonopolio federal, medidas cautelares, y la restauración de condiciones competitivas en los mercados de tecnología publicitaria. OpenX, que fue pionera en las pujas en tiempo real en 2009 y la tecnología de header bidding en 2013, ahora posee solo un pequeño porcentaje del mercado de intercambios publicitarios multimillonario.
El caso procede mientras el Departamento de Justicia busca remedios estructurales en su acción antimonopolio separada, potencialmente forzando a Google a deshacerse de porciones de su negocio de tecnología publicitaria. Google planea apelar la decisión de Brinkema y ha defendido sus prácticas como beneficiosas para editores y anunciantes.
Foto de BoliviaInteligente en Unsplash