Sebastião Salgado recibió el Premio Príncipe de Asturias de las Artes en 1998 principalmente por su obra relacionada con el proyecto ‘Migraciones’ (1993–1999), en el que fotografió los desplazamientos masivos de personas por causas económicas, políticas o ambientales, mostrando con gran sensibilidad la condición humana y las desigualdades del mundo actual.
Este proyecto, junto con su trayectoria general, fue valorado por el jurado por su capacidad para retratar la dignidad humana y evidenciar las desigualdades sociales con un lenguaje plástico profundo, poético y de alta calidad formal. Además, su trabajo en blanco y negro refleja tanto la belleza como la dura realidad de la humanidad, invitando a la reflexión sobre nuestra relación con el mundo y la naturaleza.
En resumen, el Premio Príncipe de Asturias de las Artes fue concedido a Salgado en reconocimiento a su labor fotográfica en la serie Migraciones, que documenta los grandes movimientos humanos y las crisis sociales contemporáneas.
