Elon Musk ha anunciado oficialmente su renuncia como asesor principal del presidente Donald Trump, poniendo fin a su periodo como “Empleado Especial del Gobierno” tras liderar los esfuerzos para reducir y reformar la burocracia federal a través del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE). Musk hizo pública su decisión el miércoles 28 de mayo de 2025 mediante un mensaje en su red social X, agradeciendo a Trump por la oportunidad de “reducir el gasto despilfarrador” y expresando su esperanza de que la misión del DOGE “se fortalezca con el tiempo” y se convierta en una “forma de vida en todo el Gobierno”.
Motivos de la renuncia
La salida de Musk se produce en un contexto de crecientes desacuerdos con la administración Trump, especialmente tras la aprobación de un megaproyecto fiscal y presupuestario que Musk considera contraproducente para los objetivos de eficiencia y reducción del gasto público que él mismo encabezaba. En una entrevista previa a su renuncia, Musk manifestó su “decepción” con el proyecto de ley, señalando que “aumenta el déficit presupuestario, no lo reduce”, y que esto “socava el trabajo” realizado por el DOGE.
Musk también criticó abiertamente la pieza central de la agenda legislativa de Trump, describiéndola como un “proyecto de ley de gasto masivo” que, en su opinión, va en contra de los principios de eficiencia y austeridad que debía promover el gobierno. Estas diferencias llevaron al empresario a considerar que su labor en la administración había llegado a su fin, optando por centrarse nuevamente en sus empresas, especialmente SpaceX y Tesla.
Balance de su gestión
Durante su tiempo al frente del DOGE, Musk impulsó recortes significativos en el gasto público y la burocracia, aunque enfrentó una fuerte resistencia interna y política, lo que limitó el alcance de sus reformas. Según reportes, los objetivos iniciales de reducción de gasto se vieron drásticamente ajustados a la baja debido a esta oposición.
Conclusión
La renuncia de Elon Musk como asesor principal de Donald Trump marca el cierre de una etapa de colaboración marcada tanto por iniciativas de reforma como por desacuerdos fundamentales sobre la dirección fiscal del gobierno. Musk deja el cargo agradecido por la oportunidad, pero claramente decepcionado por el rumbo adoptado por la administración en materia de gasto público y déficit.