La guerra entre Rusia y Ucrania ha alcanzado un nuevo nivel de intensidad con la reciente campaña de bombardeos invernales dirigida a la red energética de Ucrania. Este jueves, las fuerzas rusas lanzaron un ataque masivo que involucró 90 misiles y 97 drones bomba, apuntando específicamente a infraestructuras civiles en una docena de provincias del país.
El presidente ruso, Vladimir Putin, continúa su estrategia militar con la intención de desestabilizar aún más al gobierno ucraniano liderado por Volodymyr Zelensky. Esta invasión ha provocado no solo una crisis humanitaria sino también un impacto significativo en el suministro energético del país, dejando a millones sin electricidad y calefacción en medio del invierno.
Las acciones agresivas de Rusia han suscitado condenas internacionales y han llevado a una mayor asistencia militar y humanitaria para Ucrania desde varios gobiernos alrededor del mundo. A medida que la guerra se prolonga, el futuro del conflicto sigue siendo incierto, pero las repercusiones de estos ataques se sienten profundamente tanto dentro como fuera de las fronteras ucranianas.