La mañana de hoy, el pleno del Senado aprobó la polémica prohibición a los vapeadores, una decisión que ha generado diversas reacciones en la sociedad. Con 110 votos a favor y cinco en contra, provenientes de la bancada de Movimiento Ciudadano, esta medida se enmarca dentro de un contexto más amplio que incluye preocupaciones sobre la salud pública y el uso de sustancias nocivas como el fentanilo.
La prohibición se considera necesaria para proteger a los jóvenes y evitar que caigan en hábitos dañinos asociados al uso de productos de vapeo. Sin embargo, también plantea preguntas sobre cómo se afectará el presupuesto federal destinado a programas relacionados con la educación y prevención del consumo de drogas. A medida que se implementen estas restricciones, será crucial observar cómo las políticas públicas evolucionan para abordar no solo el uso de vapeadores, sino también problemas más amplios relacionados con la salud y las adicciones.