Por Raciel Rivas
En una inauguración de arte se da frecuentemente una vorágine de gente; hay quienes platican, hay quienes toman solitarias o solitarios una copa del licor que la galería o el museo ofrece apreciando las obras expuestas, están quienes dialogan con desconocidos, y hay quienes están a la espera del mejor momento de la noche para capturarlo en su memoria fotográfica. Este fue el caso de Valentina, quien con una agilidad inigualable aquella noche se escabulliá entre la gente para aparecer de pronto al otro lado de la galería y fotografiar a los artistas expuestos esa noche. Horas después aparecía en otro espacio cultural entrevistando y fotografiando a otros nuevos artistas. Así es el trabajo para Art of noma, proyecto digital que opera Valeria Valentina, pero que a su vez se mezcla con una de sus principales pasiones: el modelaje. La entrevistamos, paradójicamente, ya que ella es la que suele entrevistar.

RR: Valentina cuéntanos de ti. ¿De qué parte del mundo o latinoamérica nos acompañas?
VV: Cuando yo nací era 1997, y Hugo Chávez estaba corriendo para ganar la presidencia. Mi madre trabajaba en finanzas y por colegas se enteró de lo que se iba a venir. Esta vaina se va a poner fea. A los tres meses de edad mi madre viaja conmigo y nos mudamos a Miami. Ella tuvo un sueño. Mi abuela fue curandera, entonces ahí hubo una especie de magia como puedes imaginar, fue entonces que de Venezuela nos mudamos a los Estados Unidos. Pero cuando cumplí ocho años nos mudamos a Georgia, Atlanta. Y bueno, en Miami hay mucho latino, pero cuando viajé a Atlanta descubrimos algo nuevo: el racismo, la segregación. Mi padre hasta el momento le ha costado el inglés, siempre en la casa se hablaba en español, se comían arepas, era una casa muy venezolana. Entonces al principio solo hablaba español.
Fue tanta la presión escolar en su momento que tuve que hacer mucho homeschool, no fui propiamente a la escuela, esto ya que fue difícil por el hecho de mi acento latino, o como se dice, el “spanglish”. Una chica me dio, literal, un puño en el estómago. Y bueno me enteré que uno de los compañeros mató a una compañera. ¡Imagínate! ¡Crecer en Estados Unidos fue muy raro!
RR: ¡This is America!
VV: Sí, pasaron muchas cosas raras. ¡Estados Unidos!
RR: ¿Cómo llega la fotografía y México a tu vida?
VV: Fueron muchas cosas antes. Entré a la universidad todavía en Estados Unidos. Comencé a estudiar psicología. Y ahí con los amigos y amigas comenzábamos a tomar fotos y me tomaban igual, lo cual fue como el inicio al modelaje. Posteriormente estuve trabajando en diversos empleos, hasta que me fui a Australia a vivir. Estuve en un periodo de mucho autodescubrimiento. Siempre traía una libreta, mi madre es escritora, y eso creo que siempre me influyó. Dejé prácticamente mi carrera de modelaje por irme a Australia. Trabajé de todo, en restaurantes, cafés. Siento que me hice hippie (risas). Andaba todo el tiempo descalza. Es que allá toda la gente anda descalza.
RR: ¿Qué hay de art of noma? Este espacio digital en el que tú estás.
Art of noma es una galería online que coordina Carlos Algara. Él es un curador muy interesante que ha trabajado con muchas y muchos artistas. Ha hecho muy bellas exposiciones y, bueno, esta galería existe como propuesta alternativa. El problema ahorita es que las galerías físicas en ocasiones tienden a desaparecer por la situación económica. Entonces de pronto uno dice, ¡cónchales! Ojalá no fuera así. Por eso desde art of noma se piensa en la posibilidad de promover el arte. Le hacemos entrevistas a los artistas. Más allá de una galería online, también lo vemos como un espacio cultural donde se promueva a diversos tipos de artistas. ¡En 45 días, por ejemplo, llegamos a 10, 000 seguidores! Y lo que digo es qué increíble es poder estar cerca de la gente, ofrecer un contenido de valor. Llevarlos a otra plataforma en donde se puedan expandir más.
RR: Claro, un gran espacio para promover la escena local.
VV: Sí, pero también internacional. Yo, por ejemplo, soy internacional. Carlos es mexicano, Josh también. Y ambos son socios. Ya después entré yo.

RR: ¿Qué busca art of noma como esencia?
VV: Sobre todo compartir, y bueno queremos ser una de las galerías virtuales más grandes.
RR: Y más hacia ti, ¿cómo te has sentido en estos años de modelaje? ¿Cuáles han sido tus mayores retos?
VV: Cuando vine a México vine directamente con una agencia. Y bueno el reto más grande ha sido tomar distancia (cuando estuve de hippie). Que ahora que llego y dicen las agencias “al director no le gustó tu oreja, o lo que sea”. Algo tan mínimo como eso te deja fuera del papel. Pero he aprendido que no debes tomártelo personalmente, simplemente no es para ti ese papel. Lo que es para ti nadie te lo quita. Al final creo que es así esta industria. Hasta que te toca a ti, te toca a ti. Cuando no, lo que queda en ti es aplaudir a las o los demás. Eso puede ser difícil, porque a veces no te toca, y no te toca. Y eso al final del día puedes decir ¡cooooonchale! (risas)
RR: ¿Y qué tal tu modelaje en México?
VV: ¡Maravilloso! No hace mucho modelé para Monserrat Messenger, una diseñadora mexicana maravillosa. Fue una pasarela llamada Coyote Ugly. Y pues fue como si estuviéramos en un viaje a los 90s, cuando las pasarelas eran un gran espectáculo. Aún no se han publicado esas fotos, pero espero que pronto se publiquen o quizás nunca jajaja. Lo más bonito nunca se comparte.

RR: ¿Y qué sigue Valentina para ti en el sentido creativo?
Me encanta la fotografía de calle. Es algo que quiero para mi, para compartir muyíntimamente con la gente. A mi me encanta ayudar, me encanta compartir. No me gusta la gente que lo tiene todo y no comparte. La otra vez, por ejemplo, vi una entrevista donde pasaba un chico de la calle, con unas galletas, y el chico de la calle con estas galletas ofrecía una galleta a la gente que pasaba. Entonces yo creo que las personas que menos han tenido en la vida son las que más dan. En cambio muchas que tienen o han tenido son las más avaras. Al final creo que tiene mucho que ver con la empatía. Tener el conocimiento de tener hambre, te hace tener más empatía con la gente que tiene hambre.
Raciel Rivas





